Por Juan Tomas Valenzuela
Con el libro de recetas
de Margarita Cedeño,
yo podré salir de empeño
y comprar casa y jeepeta.
Regalaré la carreta
que fue mi único soporte.
Una tierrita en el norte,
bien cerca de Cabarete,
una Hummer y un Corvette,
serán mi único transporte.
Enseñaré a mi mujer
a guisar como ella guisa,
para aumentar las divisas,
como ella y como Leonel.
Solo relojes Cartier,
carteras de Louis Vuitton
y hasta la constitución
si llego, voy a cambiar,
porque para progresar,
esa es la mejor opción.
Me inscribo en un instituto
para aprender a hablar sica,
porque esto me garantiza
ser el líder absoluto.
Promovemos a Canuto
pa’que me haga oposición.
Que no me abran el padrón,
porque si lo abren me embromo.
Picapollo, cualto y romo
y que empiece el vacilón.
Si logro ganar la silla,
como mis antecedores,
le buá’ce muchos favores
a los que escriben cuartillas.
Voy a regalarle villas
en Miche y Jarabacoa,
visas para Sinaloa,
Medellín y Nicaragua
y una flotilla de guaguas
pa’ la ruta: Bani-Ocoa.
Me buscaré la lomita
si me aprendo la receta,
no andaré mas en chancleta,
como el progreso amerita.
Porque si hasta Margarita
llegó a vice presidenta,
mi mujer, que sabe imprenta
y que estudió en el Bonó,
es capáz de hacer de tó
si la nombran de gerenta.
22 octubre 2017